¿Tocar un instrumento nos hace más inteligentes?

Publicado 8th Oct 2019 05:29:38 en Música para niños, Datos de la música

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Se dice que Albert Einstein comenzó a tocar el violín a los 6 años y para la edad de 13 tocaba sonatas de Mozart. También se cree que el simplemente escuchar música clásica estimula el cerebro, aumentando así el coeficiente intelectual. ¿Existe realmente una relación entre el entrenamiento musical y la inteligencia? Esta creencia está vigente, pero se desconoce su completa veracidad. Revelemos el impacto de tocar un instrumento en nuestro intelecto, según estudios.

¿Tocar un instrumento nos hace más inteligentes?

¿Escuchar música nos hace más inteligentes?

Como mencionamos, se cree que simplemente escuchar música clásica mejora el coeficiente, particularmente en los niños. El “efecto Mozart” es un concepto que ganó notoriedad gracias a un estudio con estudiantes universitarios realizado en 1993. El grupo que escuchó una sonata de Mozart por 10 minutos mostró un aumento de 8-9 puntos en los resultados de un examen de coeficiente intelectual. Así, esta idea se popularizó, a pesar de que no se pudieron replicar los resultados (McDonald, 2018).

La música y la capacidad de procesar información

El mismo equipo llevo su investigación a los efectos del aprendizaje de un instrumento. Para esto, se condujo un experimento entre niños en edad preescolar, entre 3-5 años, quienes tomaron clases de piano por 6 meses. Los resultados fueron positivos; este grupo mostró una mejoría del 30% en exámenes de percepción espacio-temporal –Éste se refiere a la capacidad para distinguir y analizar información facilitando así la toma decisiones correctas en cuanto al cálculo del espacio y el tiempo”.

La investigadora Frances Rauscher, quien condujo el experimento, afirma que la comprensión en áreas como las matemáticas depende de la percepción espacio-temporal y ésta puede mejorar con la música, a pesar de que la evidencia es limitada (McDonald, 2018). Aun se desconocen los efectos a largo plazo, pues estos fueron observados únicamente 24 horas después de descontinuar el entrenamiento musical.

La música y las habilidades cognitivas y la función ejecutiva

A pesar de lo ambiguo de los resultados de este estudio, existe evidencia de una mejora en las habilidades cognitivas (Bergland, 2014). Asimismo, se presenta un efecto positivo en la función ejecutiva, misma permite “al individuo procesar información rápidamente y retenerla, regular su comportamiento, tomar mejores decisiones, resolver problemas, planear y ajustar la mente a tareas distintas” (Rampton, 2017). Es por eso que, al mejorar la función ejecutiva, aprender un instrumento nos ayuda a reaccionar de manera más inteligente.

La música y las habilidades cognitivas y la función ejecutiva

De igual forma, el entrenamiento musical literalmente entrena al cerebro a realizar múltiples tareas simultáneamente: “[El] entrenamiento musical activa áreas específicas de la corteza prefrontal al cambiar y realizar distintas tareas mentales a la vez (Bergland, 2014). Este efecto se debe a que partes del cerebro asociadas con la función ejecutiva son estimuladas por la música, como el área motora suplementaria, el área motora presuplementaria y la corteza prefrontal ventrolateral derecha. Además, otras regiones del cerebro que no son comúnmente relacionadas directamente a la función ejecutiva (como la ínsula y cerebelum) también se activan como respuesta a la música (Bergland, 2014).

Habilidades del lenguaje

La formación musical puede facilitar el aprendizaje de idiomas (Alleyne, 2009). Áreas primitivas del cerebro relacionadas con el lenguaje son activadas por el entrenamiento musical (Bergland, 2014). Además, los músicos tienen una habilidad mejorada para integrar información sensorial, que incluye la auditiva, que es indispensable para aprender otros idiomas.

La música también mejora otras habilidades del lenguaje en la lengua nativa, como la memoria verbal: “En 2011 un estudio desarrollado por la Dr. Sylvain Moreno y colegas encontraron que 90% de los niños que recibieron entrenamiento musical por más de 20 días mejoraron su inteligencia verbal” (McDonald, 2018). Ésta se refiere a la capacidad de usar las palabras de manera efectiva, en forma oral o escrita.

De igual forma, la música y la lectura están relacionadas a través de mecanismos comunes neuronales y cognitivos, de acuerdo a un estudio conducido por la Universidad de Northwestern; así que al fortalecer estas regiones del cerebro por la música, automáticamente se mejora la habilidad de comprensión de la lectura (Rampton, 2017).

¿Cómo se benefician los niños de la función ejecutiva?

La función ejecutiva que mencionamos es crucial en el rendimiento académico, aun más que el coeficiente intelectual, afirma la doctora Nadine Gaab de los laboratorios de neurociencia cognitiva en el hospital infantil de Boston. Es por eso que la educación musical tiene implicaciones en el rendimiento escolar. Gaab agregó que “los resultados sugieren que el entrenamiento musical puede ayudar a preparar a los niños para un mejor futuro académico (Bergland, 2014).

Cabe mencionar que la edad en que esta formación musical inicia afecta la anatomía del cerebro en la edad adulta; además, empezar el entrenamiento antes de la edad de 7 muestra el mayor impacto (Bergland, 2014). De hecho, estudios han demostrado que el cambio anatómico en el cerebro de un músico es proporcional con la edad en que inició su educación musical (Rampton, 2017).

Cambios en el cerebro del músico

En si, la formación musical afecta la estructura del cerebro como tal. Aprender a tocar un instrumento aumenta el volumen de materia gris en varias regiones del cerebro; también refuerza las conexiones neuronales entre ellas. De acuerdo a estudios, los niños que reciben entrenamiento musical por más de 14 meses muestran mayores cambios estructurales y funcionales en el cerebro.

Aprender a tocar un instrumento aumenta el volumen de materia gris

De igual forma, a través de exámenes al cerebro, se identificaron diferencias importantes en la estructura del cerebro de músicos y no músicos. El cuerpo calloso, un conjunto masivo de fibras nerviosas que conectan dos áreas del cerebro, es más grande en los músicos. Estas fibras se comunican con el fin de que ambos lados del cerebro trabajen de forma conjunta y complementaria. Además, otras regiones que se relacionan con el movimiento, la audición y habilidades visoespaciales se distinguen por ser más grandes en músicos, particularmente en pianistas (Rampton, 2017). Éstas se refieren a la capacidad para representar, analizar y manipular objetos mentalmente.

Tiempo de reacción y mente alerta

El tiempo de reacción se hace más lento cuando envejecemos. La música ayuda a retrasar estos efectos en el cerebro: “Entre más sabemos del impacto de la música en los procesos básicos sensoriales, más podemos aplicar entrenamiento musical a individuos quienes podrían tener tiempos de reacción más lentos”, dijo el investigador Simon Landry. No solo eso, los músicos tienen a estar más alerta mentalmente, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Montreal (Rampton, 2017).

Un aleado en contra de las enfermedades del cerebro

El entrenamiento musical ayuda a contrarrestar los efectos de diversas enfermedades del cerebro frecuentemente asociadas con la capacidad intelectual y/o el aprovechamiento académico. Niños con dislexia se benefician de la música para mejorar procesos del lenguaje.

También, la música protege al cerebro de enfermedades degenerativas como la demencia. En pacientes con derrames cerebrales, la música ayuda al cerebro a recuperarse. Finalmente, combate los efectos de la sordera relacionada con la edad (Rampton, 2017).

Conclusión

Existe la posibilidad que la música pueda mejorar ciertos aspectos de la percepción espacio-temporal, pero la evidencia tiene limitaciones en cuestión de los cambios a largo plazo y existe duda en cuanto al grado en que ésta es beneficiosa (McDonald, 2018).

Tocar un instrumento hace nuestro cerebro más capaz para realizar distintas tareas y lo protege de enfermedades degenerativas

Es así que, quizá no haya aun evidencia concreta que el entrenamiento musical súbitamente aumente el coeficiente intelectual de los músicos, pero si conlleva cambios estructurales en el cerebro asociados con la inteligencia. Tocar un instrumento hace nuestro cerebro más capaz para realizar distintas tareas y lo protege de enfermedades degenerativas.

Además, las áreas creativas, como la música, tienen la habilidad de mejorar funciones ejecutivas y la inteligencia fluida asociada al rendimiento académico (Bergland, 2014). Además de los beneficios al cerebro, la música también nos enseña a ser más disciplinados y atentos y planear mejor. Todas estas cualidades influyen en el rendimiento académico (Alleyne, 2009).

Sabemos que como cualquier otro músculo de tu cuerpo, el cerebro puede ser entrenado para mejorar en una tarea especifica; pero si dejas de entrenarlo, todo el progreso empezará a deteriorase (McDonald, 2018).

 

 

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Clase muestra de música

 

 

Referencias
Alleyne, R. "¿Tocar un instrumento musical te hace más listos?". The Telegraph. 27 de octubre, 2009.
https://www.telegraph.co.uk/news/science/science-news/6447588/Playing-a-musical-instrument-makes-you-brainier.html

Bergland, C. "¿Tocar un instrumento musical te hace más inteligente?" Psychology Today. 25 de junio, 2014.
https://www.psychologytoday.com/intl/blog/the-athletes-way/201406/does-playing-musical-instrument-make-you-smarter

McDonald, Z. “La música nos hace mas inteligentes”. The University of Queensland. 22 de enero, 2018.
https://qbi.uq.edu.au/blog/2018/01/does-music-make-us-smarter


Rampton, J. "Los beneficios de tocar música le ayudan a tu cerebro más que cualquier otra actividad." Inc. 21 de agosto, 2017.
https://www.inc.com/john-rampton/the-benefits-of-playing-music-help-your-brain-more.html

 

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